Vistas de página en total

jueves, 13 de octubre de 2011

A veces un perdón no es suficiente.

Hay veces que no basta un "lo siento", que no basta un "no volverá a pasar". Cuando te ahogas, cuando sientes que te falta el aire, cuando esa persona ha conseguido hacerte sentir absurda. Cuando has dado vueltas y más vueltas en una espiral sin poder encontrar la salida, sin encontrar carteles con flechas que te la indiquen. Nadas cual pez en su pecera, que siempre comete los mismos errores, primero se tropieza con una piedra, sigue nadando, y cuando vuelve a verla, se le ha olvidado que esa piedra ya le hizo daño en su momento, así que tropieza de nuevo, así sucesivamente, y no se cansa. Yo me caía, y al día siguiente volvía hacerlo, me prometía que no lo haría, pero lo volvía a hacer, sin acordarme de que esa piedra me había abierto una gran herida. Y como día tras día tropezaba con esa piedra, esa herida nunca se curaba. Pasó el tiempo, y creí que se había curado, más tarde me di cuenta de que no, de que esa piedrecita sigue estando, y yo me sigo cayendo, y me sigo haciendo daño. ¿Para qué engañarnos? La herida no ha terminado de curarse.
Y si yo.. si estoy a través de...es todo por tu culpa.
 Esta noche no me iré. Y te mentiré, y tú me creerás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario