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jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Lo sabes? ¿Sabes lo qué es eso? Bienvenido a mi mundo, entonces.

¿Sabes lo que es no poder más? Lo que es sentirse como la persona más mala de este mundo, como la persona que no hace más que cagarla continuamente y hacer daño a los demás, como la persona más repugnante del mundo. Creer que día tras día no haces más que hacer sufrir a los demás, y por descontado sufrir tú misma, cuando en realidad, en el fondo, sufres por lo que segundo tras segundo maquinas en tu cabeza. Lo de no aguantar más y echarte a llorar, tarde tras tarde, día tras día, porque no soportas la idea de verte cada día más sola, aunque tengas mil amigos, te ves sola, más sola que nadie;  porque no soportas la idea de ver que los demás consiguen lo que quieren y tú no, que tú te quedas ahí, al margen, haciéndote daño, y  crees que es lo que te toca, sufrir, que ya se pasará esa época, pero que ahora te toca eso y ya está, y llegas a tu casa y lloras, lloras de tal manera que parece que te vas a ahogar entre tus propias lágrimas, porque son muchas cosas que se te acumulan dentro, porque te estás haciendo daño a ti misma, mucho daño, porque no encuentras la manera de salir de dónde estás, y porque la gente que realmente te quiere te intenta ayudar y tú no haces más que joderles, que enfadarte con ellos porque te están diciendo la verdad, la pura verdad, pero que tú no quieres aceptar, y les mandas a la mierda sin darte cuenta de que lo hacen porque te quieren, porque les importas demasiado como para verte sufrir. Y pasan las horas, y pasan los días, y te sientes mal, te sientes cada vez peor, te rompes por dentro, pero no puedes decirles que lo sientes, porque no  eres lo suficientemente fuerte como para arreglarlo ni  tan cobarde como para dejar las cosas así. Y sigues llorando, porque los problemas se te acumulan, y te sientes mal pero tienes que ocultarlo, porque es algo que no se puede decir y te quema por dentro, y las palabras no bastan, no, no son suficientes, y nadie te puede ayudar; por eso te da rabia porque ellos no tienen la culpa, porque eres tú, tú y tu estúpida inseguridad, tú y tu estúpida mierda de autoestima, tú y tu estúpida forma de hacer las cosas, mal, siempre mal. Pero bueno, no te queda otra que aguantarte, que aguantarte y esperar, esperar que un día por arte de magia te levantes con ganas de comerte el mundo, ganas que ahora no tienes, pero que algún día llegarán...o eso esperas, y mientras, a seguir fingiendo esa estúpida sonrisa todos los días, que ¿quién sabe?, a lo mejor un día hasta te la empiezas a creer. 

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