Vistas de página en total

lunes, 26 de diciembre de 2011

Me pregunto cómo hemos llegado a esto.

Que yo sólo quiero seguir sonriéndote todas las mañanas al llegar a clase. Sólo quiero seguir pasándome horas y horas hablando por teléfono contigo sobre nuestro líos amorosos, nuestros amores imposibles, el odio que tenemos a algunas personas y lo mucho que queremos a otras. Sólo quiero seguir pasando tardes enteras junto a ti, de esas nuestras, que sólo tú y yo sabemos, las dos solas, tardes de confesiones. Sólo quiero que sigamos aconsejándonos la una a la otra. Sólo quiero que me pase la mínima cosa y necesitar contártelo al instante. Sólo quiero poder llamarte a cualquier hora como antes. Sólo quiero que podamos seguir abrumándonos con nuestras tonterías. Sólo quiero seguir conectándome todos los días al tuenti y ver un privado tuyo de nuestra larga cadena que tanto significa para nosotras. Sólo quiero que volvamos a ser las mismas que éramos antes.

Quiero, pero no sé como hacerlo.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Aprendí que tener miedo no sirve para nada. Que quedarse parado y no luchar, no es mejor que levantarse y enfrentarse a los problemas. Que se puede, que no hay más limitaciones que las que nosotros mismos nos ponemos, que las barreras están en nuestra cabeza, en nosotros, y lo que es aún más importante, que somos los que únicamente las podemos romper. Ten claro que nadie va a venir a ayudarte ni a dar a la cara por ti, que nadie va a sacarte las castañas del fuego, y que si no lo haces tú solito, se te queman.

jueves, 20 de octubre de 2011

Estoy cansada. Cansada de ver siempre la misma gente, aburrida. Necesito salir de aquí, conocer gente nueva, y alejarme de muchos de vosotros. Ni puedo ni quiero seguir a vuestro lado. Harta. De que me toméis en cuenta cuando a vosotros os dé la gana, cuando os interese, y cuando no, os sea completamente indiferente. De que habléis de cosas de las que no sabéis, de que juzguéis.  De que sigáis revolviendo la mierda de hace meses. De que miréis de arriba abajo como si fuerais superiores, de tanto egocentrismo. Me da pena tanta tontería. Estoy cansada de siempre la misma historia, siempre igual, quiero cambiar. Cada uno con sus respectivos motivos, me habéis cansado. Tengo un límite, sí, y sentimientos también. Es la sensación de últimamente sólo sentirte a gusto tirada en el sofá de tu casa con los cascos, aislándote de todo y pasando de la realidad, metiéndote en tu mundo de fantasía perfecto. Harta de  sentirme así. Quiero acabar con esta sensación que no me lleva a ningún sitio. 

sábado, 15 de octubre de 2011

Sigue doliendo.



Ese día nunca se me olvidará, nunca, y tú lo sabes. Me marcó, me marcó para siempre. Creo que, realmente, nunca nadie me había hecho tanto daño. ¿Sabes lo que es ese sentimiento de impotencia, de rabia, de tristeza, de desilusión..todo mezclado? Así, justo así, me sentí yo. Sentí que me estaban clavando algo dentro de mí, y no exagero. Juro que no me sentido peor en mi vida, y a día de hoy, si lo pienso, sigo sintiéndolo. Intenté perdonarte, puse todo de mi parte, pero no lo conseguí. Sabes que nunca volvimos a ser los mismos porque nunca logré perdonarte del todo. Y sigo sin poder hacerlo, jamás podré perdonarte.

viernes, 14 de octubre de 2011

Sentir que la culpa es tuya, y solamente tuya. Toda. Que si no te hubieras negado a ir esa tarde, que si no hubieras sido tan cabezota, las cosas hubieran sido muy distintas. Que probablemente hubieras recuperado esa amistad que tanto anhelabas, y no hubieras perdido otra. Sentirte la única responsable de perder a dos de las mejores personas que tú creías tener en tu vida. Y que por si no tenías suficiente, la gente de tu alrededor no haga más que decirte que la culpa es tuya, que ellos tenían razón. Sentirte culpable no, lo siguiente. Echarles de menos a los dos, pero sobre todo a él. Echarle de menos hasta que te duelan las entrañas, y no poder permitírtelo, porque no, no puedo.

jueves, 13 de octubre de 2011

A veces un perdón no es suficiente.

Hay veces que no basta un "lo siento", que no basta un "no volverá a pasar". Cuando te ahogas, cuando sientes que te falta el aire, cuando esa persona ha conseguido hacerte sentir absurda. Cuando has dado vueltas y más vueltas en una espiral sin poder encontrar la salida, sin encontrar carteles con flechas que te la indiquen. Nadas cual pez en su pecera, que siempre comete los mismos errores, primero se tropieza con una piedra, sigue nadando, y cuando vuelve a verla, se le ha olvidado que esa piedra ya le hizo daño en su momento, así que tropieza de nuevo, así sucesivamente, y no se cansa. Yo me caía, y al día siguiente volvía hacerlo, me prometía que no lo haría, pero lo volvía a hacer, sin acordarme de que esa piedra me había abierto una gran herida. Y como día tras día tropezaba con esa piedra, esa herida nunca se curaba. Pasó el tiempo, y creí que se había curado, más tarde me di cuenta de que no, de que esa piedrecita sigue estando, y yo me sigo cayendo, y me sigo haciendo daño. ¿Para qué engañarnos? La herida no ha terminado de curarse.
Y si yo.. si estoy a través de...es todo por tu culpa.
 Esta noche no me iré. Y te mentiré, y tú me creerás.

domingo, 9 de octubre de 2011

Se busca gente que me deje ser quien soy.

¿Sabes? Ahora entiendo lo que me pasa. Sí, ya lo sé. Siempre he estado aferrada a lo mismo, a lo de siempre, no había nadie más que vosotros, y por eso lo que tenía me parecía tan bueno, porque creía que no había nada mejor, y nunca me molesté en buscarlo. Era cómodo teneros siempre ahí, y bueno, la verdad es que con vosotros se estaba bien, para qué negarlo. Pero ahora me doy cuenta de que no es que no hubiera nada mejor, es que al no conocer nada más, lo que tenía me parecía bueno. Hoy, ahora, empiezo a conocer más, más de lo que nunca he tenido, y me doy cuenta de que no es que sea mejor, ni  peor, simplemente es distinto. Y en estos momentos me aporta mucho más de lo que vosotros me aportáis. Vete tú a saber por qué, pero es así, y yo soy feliz con ellos, soy feliz como soy, porque son capaces de demostrarme en una tarde cada mucho tiempo, más de lo que vosotros me demostráis cada día. Y no sé, a lo mejor estoy cansada de la misma mierda de todos los días, de que no me dejéis ser quien quiero ser, de que tenga que ser lo que vosotros queráis, que no me aceptéis tal y como soy, que me juzguéis día sí, día también, de que cuando queráis estar bien, estemos de puta madre, pero cuando  queráis estar mal, no hagáis más que echarme cosas en cara. Y luego a pedir perdón. No, las cosas no son así. Una cosa está clara, me he cansado, y si queréis que todo vuelva a ser como antes, vais a tener que curraróslo.




viernes, 7 de octubre de 2011

No te alejes de mí.


 
Desde ese momento nada ha sido igual, creo que es como si me faltara algo, como si me hubieses sustituido. Sé que no es así, y que no es tu intención ni mucho menos, pero verdaderamente es lo que siento. Últimamente nada es igual, en estos años de amistad hemos tenido enfados, unos más grandes que otros, y es por eso, que no quiero que nada de eso vuelva a ocurrir. Porque sé lo que es sentir haberte perdido totalmente, sé lo que es pasarlo mal y sufrir por ello. Recuerdo como si fuera ayer, aquellos días, meses, en los que estuve sin intercambiar ni una sola palabra contigo, en los que ni te miraba. Sentí que te perdía, y para siempre, y te aseguro que fue una de las peores cosas que he sentido en mi vida. Realmente me has dado mucho, cuando me he caído, estabas ahí para levantarme, me has escuchado y aconsejado cuando me sentía fatal, has hecho de todo por mí, te has  preocupado por mí en todo momento, y me has demostrado que verdaderamente te importo; cosa que si te soy sincera, no pensé que lograrías poder conseguir después de aquello, si algo tenía claro es que me costaría muchísimo volver a confiar en ti de la misma manera que lo hacía antes, pero tú lo has conseguido, te has vuelto a ganar mi confianza poco a poco hasta tal punto de contarte todo, porque me transmites seguridad y confianza, sé que me apoyas y no me juzgas, y sé que puedo hacer mil cosas mal y contártelas porque me vas a decir otras mil lo mal que está haberlas hecho, pero no te vas a enfadar conmigo ni me vas a juzgar por ello. A veces me paro a pensarlo, y creo que probablemente no te imaginas lo importante que eres para mí, ni lo que significas, nunca hemos sido muy de demostrarnos las cosas, y creo que nunca te he demostrado todo lo que puedo lo que significas para mí, y lo mal que lo pasaría si llegara a perderte. Por eso, sólo quiero que sepas que voy a poner todo de mi parte para que no te alejes de mí, que ya estuve a punto de perderte una vez, y no me voy a arriesgar a hacerlo de nuevo; no quiero perderte por nada del mundo, y no voy a hacerlo.

El recuerdo es lo último que muere.

Todo lo que vivimos se almacena en nuestro cerebro. Digamos que guardamos en un cajón aquello que no queremos recordar, pero siempre estará ahí. No creas que vas a olvidar determinadas cosas que ya no quieres seguir reteniendo en tu mente, no lo conseguirás, nunca. Podrás auto-convencerte de ello, pero será mentira, y lo sabes. No las has olvidado, puede que ya no cobren tanta importancia en tu vida, puede que no pienses en ellas como lo hacías antes,  y eso no significa que las sigas necesitando, que quieras que vuelvan, no, ni mucho menos, pero es algo que formó parte de tu vida, te guste o no. Puedes encerrar todos los recuerdos y que no vuelvan a salir nunca, sí, puedes hacerlo, pero en el fondo, sabes que continúan ahí, de una manera u otra, porque formaron parte de tu vida, los buenos y los malos. Y bueno, yo , por mi parte, hay cosas de mi pasado, que a veces, echo de menos, incluso a ti..

lunes, 26 de septiembre de 2011

Tú déjame, que de aquí salgo yo sola.


Todo el mundo a lo largo de su vida se arrepiente de cosas. Hay gente que lo reconoce y gente que no. Yo soy de esas que sí lo reconocen, admiten que la cagaron pero no son capaces de decírselo a la persona con la que lo hicieron. Y sólo les queda lamentarse por aquello que hicieron..o mejor dicho, por eso que no hicieron.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Realmente hay cosas de las que nadie tiene la culpa, nadie, ni la gente de tu alrededor, ni los de aquí, ni los de más allá, ni siquiera tú misma. Nadie. Ocurren, ocurren porque sí, porque debían ocurrir, tarde o temprano tenían que pasar, y por más que intentaras retardarlo, acabarían ocurriendo. Y ¿sabes?, lo único que hacías era retrasar el sufrimiento, retrasar el dolor. Porque creías que te costaría menos, pero te das cuenta de que te cuesta exactamente lo mismo, de que no puedes permitir que se acabe, te das cuenta de que lo vas a echar de menos. Pero no puedes hacer nada, porque no es tu elección, y porque lo quieras aceptar o no, es lo mejor. Y te duele, te duele muchísimo, y sabes que nadie te puede ayudar, que no va a ser fácil, que te va a costar, que puede que ni seas capaz de asimilarlo. Pero yo te pregunto, ¿qué puedes hacer aparte de aceptarlo y resignarte?

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Lo sabes? ¿Sabes lo qué es eso? Bienvenido a mi mundo, entonces.

¿Sabes lo que es no poder más? Lo que es sentirse como la persona más mala de este mundo, como la persona que no hace más que cagarla continuamente y hacer daño a los demás, como la persona más repugnante del mundo. Creer que día tras día no haces más que hacer sufrir a los demás, y por descontado sufrir tú misma, cuando en realidad, en el fondo, sufres por lo que segundo tras segundo maquinas en tu cabeza. Lo de no aguantar más y echarte a llorar, tarde tras tarde, día tras día, porque no soportas la idea de verte cada día más sola, aunque tengas mil amigos, te ves sola, más sola que nadie;  porque no soportas la idea de ver que los demás consiguen lo que quieren y tú no, que tú te quedas ahí, al margen, haciéndote daño, y  crees que es lo que te toca, sufrir, que ya se pasará esa época, pero que ahora te toca eso y ya está, y llegas a tu casa y lloras, lloras de tal manera que parece que te vas a ahogar entre tus propias lágrimas, porque son muchas cosas que se te acumulan dentro, porque te estás haciendo daño a ti misma, mucho daño, porque no encuentras la manera de salir de dónde estás, y porque la gente que realmente te quiere te intenta ayudar y tú no haces más que joderles, que enfadarte con ellos porque te están diciendo la verdad, la pura verdad, pero que tú no quieres aceptar, y les mandas a la mierda sin darte cuenta de que lo hacen porque te quieren, porque les importas demasiado como para verte sufrir. Y pasan las horas, y pasan los días, y te sientes mal, te sientes cada vez peor, te rompes por dentro, pero no puedes decirles que lo sientes, porque no  eres lo suficientemente fuerte como para arreglarlo ni  tan cobarde como para dejar las cosas así. Y sigues llorando, porque los problemas se te acumulan, y te sientes mal pero tienes que ocultarlo, porque es algo que no se puede decir y te quema por dentro, y las palabras no bastan, no, no son suficientes, y nadie te puede ayudar; por eso te da rabia porque ellos no tienen la culpa, porque eres tú, tú y tu estúpida inseguridad, tú y tu estúpida mierda de autoestima, tú y tu estúpida forma de hacer las cosas, mal, siempre mal. Pero bueno, no te queda otra que aguantarte, que aguantarte y esperar, esperar que un día por arte de magia te levantes con ganas de comerte el mundo, ganas que ahora no tienes, pero que algún día llegarán...o eso esperas, y mientras, a seguir fingiendo esa estúpida sonrisa todos los días, que ¿quién sabe?, a lo mejor un día hasta te la empiezas a creer. 

lunes, 19 de septiembre de 2011

A ver cariño, las cosas claras. Hace tiempo que tú y yo ya no somos amigas, que tú ya no existes para mí, que sinceramente me das igual, tú y tus gilipolleces. Después de aquello dejaste de existir para mí. Llámame falsa, víctima, hipócrita, dime que te doy pena, que soy patética o que voy a a acabar fatal. Sigue intentando hundirme en la mierda, que ya lo intentaste una vez y ya has visto que aquí sigo. Pero hazme un favor y déjame en paz, olvídame como yo ya lo hice contigo, haz que pase desapercibida a tus ojos, ignórame, y no te metas en mis conversaciones con ella, porque que sea amiga de las dos, no significa que vaya a aguantar tus gilipolleces de niña de tres años siempre que a ti te apetezca venir a joder. No me hartes bonita, no me hartes, porque me conoces y sabes que yo no me callo. Pero ¿sabes qué es lo peor de todo esto?, que estoy segura de que sabes que te equivocaste y eres demasiado orgullosa como para pedir perdón. Pero que a mí ya me das igual, ni siquiera me decepcionaste, era de esperar, no sé como de tantas veces que me avisaron no quise creer. De todas formas ya han pasado unos cuántos meses desde aquello, y no voy a volver a revolverlo todo. Sólo hay una cosa que después de todo me sigue jodiendo, y es que haya una amiga de por medio, una de mis mejores amigas para ser exacta, y no pienso perderla ni alejarme de ella porque a ti te dé la gana, así que deja de joder. PASO DE TI, HAZLO TÚ TAMBIÉN DE MÍ.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Carpe diem.

He llegado a la conclusión de que no tengo ni la menor idea de lo que quiero. Siempre estoy diciendo que quiero encontrar alguien que me quiera, que lo dé todo por mí, alguien que se enamore de mí, que me quiera por encima de todo, pero luego pienso que si eso ocurre no va a funcionar, que saldrá mal,  que no estoy preparada para ser el todo de otra persona, me agobia. Y si no tengo eso, pienso que realmente no le importo a nadie, que nadie me quiere, y esa idea no me gusta en absoluto, quiero tener a alguien, a veces pienso que lo necesito para sentirme segura. Soy de extremos, o uno o lo otro. Realmente no sé lo que quiero, a lo mejor debo empezar a vivir, sí, simplemente vivir, y no esperar nada de nadie, porque realmente me puedo comer el mundo yo sola, no necesito que aparezca el chico perfecto a la vuelta de la esquina y que se enamore de mí, porque seamos realistas, no va a ocurrir, pero tampoco voy a ir yo a buscarlo, no, ya vendrá, ya llegará, yo voy a vivir el momento, y que aparezca cuando tenga que hacerlo, que yo no tengo prisa.

No quiero que sientas ningún tipo de sentimiento hacia mí, no quiero que me quieras, ni que me tengas cariño, no quiero que me hables, ni que sientas nada hacia mí, ni siquiera odio, ni asco, ni pena. No quiero que pienses en mí,  no quiero que mi nombre pase una sola vez por tu mente en lo que te queda de existencia. Bórrame, no he formado jamás parte de tu vida. Olvídame, todo lo que tenga que ver conmigo, todo lo que un día te dije, olvida mis abrazos, mi roce, olvida mis `te quiero´, olvida mi sonrisa, olvida mis insultos hacia ti, olvida el daño que me hiciste, olvídalo todo, lo malo y lo menos malo. Ni siquiera me mires, no existo, al menos no para ti.

Como una gran persona me dijo una vez:

“Aprende a valorarte a ti misma, y si la persona que quieres no quiere estar contigo, es porque a lo mejor realmente no te merece, o porque a lo mejor no estáis hechos el uno para el otro, como tú creías. Así que deja de deprimirte, te levantas y vas por la vida con la cabeza bien alta, porque tú te mereces alguien que te quiera tanto como tú a él; y no tengas prisa, porque llegará, créeme que esa persona llegará, y entonces la valorarás mucho más”

I don´t need you.

Sí, hoy es el día, hoy por fin puedo admitirlo;  que me ha costado, lo sabes tú y lo saben todos los que realmente me conocen, aunque sí es cierto que he intentado ocultarlo siempre. Supongo que la idea de saber que seguía obsesionada por alguien que no paraba de hacerme daño no me gustaba en absoluto, es más, me hacía sentirme la persona más absurda de este mundo, la más pequeña, pero hoy ya no eres el centro de mi mundo, hoy ya no eres importante para mí, ya eres una historia pasada, y no tengo miedo ¿sabes?, no, porque la verdad no sé si te quiero, pero realmente no me importa, puede que quede algo, sí, pero sé, estoy totalmente segura, de que después de todo, pase lo que pase, nunca volvería a lo de antes, jamás sufriría todo lo que sufrí por ti de nuevo. Sé que me ha costado lo mío, pero hoy, hoy sé que de nuevo te puedo mirar a los ojos sin que se me rompa el corazón en pedazos. Hoy, puedo vivir sin ti.

sábado, 17 de septiembre de 2011

¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes?

A veces te preguntas el porqué, el porqué de todo esto. ¿Por qué existimos? ¿Para qué venimos a este mundo? ¿De qué sirve, si tarde o temprano todos acabaremos muriendo? Y sobre todo, ¿realmente algo en nuestras vidas logrará colmarnos totalmente de felicidad de manera que no necesitemos nada más? Dicen que sí, dicen que hay algo, algo que si lo tenemos, nos sobra respirar. El amor, bueno más bien, una persona que nos ame por encima de todo y de todos, pero yo no termino de creérmelo, ¿sabes? Porque total, al final siempre termina haciéndonos daño, o nosotros a esa persona, o no se puede por personas que no aceptan esa relación, por prejuicios. El caso es que siempre hay mil motivos para que dos personas no puedan amarse como realmente querrían. Pero si te digo la verdad, son excusas, todo excusas, porque cuando amas a una persona de tal manera que no existe nada más porque cuando estás con ella es suficiente, no necesitas más que oír su respirar, que rozar su mano derecha, que abrazarla hasta que el cielo se empiece a caer a pedazos.., entonces, nada ni nadie puede impedir que estén juntos. Y sí, es que dicen que el amor puede con todo, y que teniéndolo, estás totalmente completo. Por eso, el día que ames a otra persona de esa manera, con tanta fuerza, entonces ese día, habrás encontrado el sentido de tu vida.
Nosotros nacimos para querernos, lo sé, lo sabes. Nacimos porque estábamos hechos para estar juntos, porque tu mano encajaba perfectamente enlazada en la mía, porque el `este´de tu rodilla izquierda pegaba perfectamente con el `este´ de mi pierna derecha. Porque me imagino agarrada de tu mano paseando un día cualquiera de aquel noviembre. Porque somos completamente distintos, y dicen que los polos opuestos se atraen. Así que lo normal era encontrarme un día contigo y obsesionarme por ti, de tal forma que no pudiera pensar en otra cosa. Y no me falta ilusión, ni deseo, ni soñar contigo todas las noches. Sé que es complicado, y a veces pienso en rendirme, en darlo todo por perdido; pero entonces me hablas de ti, de lo diferente que es tu vida a la mía, y me rechazas por cualquiera de ellas, y yo me hago la enfadada en algún lugar, o vuelvo a llorar en alguna fiesta. Y a pesar de todo, sé que tú y yo estamos hechos para tocarnos. Aunque no te lo creas, y aunque sea complicado convencerte, y aunque mientras, queramos a otras personas, sé que algún día lo conseguiré.  Mientras seguiré muriéndome de ganas de encontrarte por casualidad por alguna calle de por aquí, y cuando lo haga te daré un abrazo, y te preguntaré qué tal todo, y si me echas de menos tanto como yo a ti.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Las cosas cambian.

Hace tiempo que ya no eres el mismo. Has cambiado, tú, tu forma de ser..Tú dices que no, que las cosas son iguales, pero en el fondo sabes que no, que te está cambiando, que ya no te comportas con nosotras de la misma manera que antes, que ahora es distinto, es como si dependieras de ella, porque sí, la culpa es de ella, está haciendo que poco a poco te alejes de nosotras, y me jode, claro que me jode. Siento que te estoy perdiendo totalmente como amigo, si ya de por sí es complicado seguir manteniendo nuestra amistad, tú cada día lo haces más complicado; ella no te quiere, ni lo demuestra, pero tú sigues cegado, tú sigues creyéndote todas sus mentiras, y me da rabia, sí, me da rabia porque sé que te va a hacer daño, y que luego vendrás pidiendo perdón, cuando a ti te interese, pero es que alguien me dijo que las amistades hay que alimentarlas día a día y tú no lo estás haciendo. Siento que esto se pierde, y ¿sabes? a mí me enseñaron que uno nunca debe rendirse, pero yo ya no quiero seguir con esto, no quiero pasarlo mal cada vez que pasas de nosotras sólo porque ella te lo pide. Haz lo que quieras; te quiero y te echo de menos, que lo sepas..

Creo que algún día me convenceré de que no sé muy bien a dónde voy, pero llegaré.

Yo ya no sé qué tengo, si es mi forma de ser, mi carácter o el qué. Pero últimamente todo lo que hago me sale mal. Si te digo la verdad, ya no sé que pensar, siempre son las demás las que ganan, siempre soy yo la que acabo perdiendo en este estúpido "juego", la que nadie quiere. Definitivamente a veces pienso que nadie me sabe valorar, creo que cualquier persona tiene a otra que lo daría todo por ella, o mucho más reducido, simplemente alguien que demuestra un mínimo interés hacia ella, menos yo. Harta de ser la que todo el mundo coge cariño, pero realmente nadie quiere. Llámame exagerada, pero siento que no voy a ninguna parte.